En serio no te acuerdas del besito en la mejilla que te di, el que te hizo estremecerte, tiritar como si te hubiera pasado un cubito por la espalda, aquellas caricias que marcaban tu contorno, tan perfecto, tan único, yo me acuerdo de todo y más, e vuelto a verte, tu a mi no, no quise agobiarte como un amigo del pasado del cual te habrás olvidado, volví a ver tu sonrisa, volví a ver brillar tus ojos que deslumbraban al sol, volví a sentir tu cercanía aun estando a kilómetros, como un fuego que se apaga pero mantiene ardor, aquella tarde de mercado te vi con él, agarrados de la mano, parecías la persona mas feliz entre todas las que asentaban aquel barullo, yo iba solo, me quedé perplejo y cuando supe que eras tú te seguí como un perro persiguiendo a su amo…
Solo observaba, solo alucinaba, giraste hacia el puesto de la fruta, cogiste la tuya favorita, te la acercaste lentamente y reiste su olor a fresa, poco antes de salir de aquel jaleo, me acerqué un poco mas, sin intención de molestarte, el viento me delató acercándote mi aroma, giraste la cabeza lentamente solo la cabeza, yo disimulé la mirada que apuntaba a tu corazón, te diste cuenta, no gritaste, no te alarmaste, parecía como si dos niños jugaran a entrelazar miradas sin sentido, pero que lo tenían construído desde tiempo atrás, te reíste, pusiste la mirada de gata que tanto me gustaba, me dijiste algo por telepatía, y yo deletreé sin voz “ te he echado de menos”, me miraste profundamente y seguiste…
Porque si algo se y vale para todos, es que si tanto la amistad como el amor es de verdad, nunca se olvida ni marchita J
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